Reflexión desde una perspectiva emocional de lo “INESPERADO”…. COVID-19

Cuenta la leyenda que en un momento de desesperación el rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará". Entonces, y solo entonces, comprendió la profundidad de aquellas palabras.

 Y de repente, de unos minutos a otros, nos encontramos con otra realidad. Una realidad que no elegimos que no pedimos, pero que hoy nos atraviesa a todos por igual.

La psicología definida como la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, percepciones y el comportamiento humano en relación al medio social que lo rodea, también se encuentra frente al desafío de acompañar y contener las emociones que se despiertan con mayor intensidad frente a la incertidumbre que provoca la situación actual.

Desde lo emocional podemos decir que como seres sociales que somos, inmersos en una red de vínculos que nos constituyen, hoy estamos frente a un escenario que nos moviliza y nos acerca a vivenciar aquello de lo cual consciente o inconscientemente pretendemos  encubrir, suavizar, llenar:  “silencio y soledad”.

El entorno en el que nos movemos nos empuja a funcionar con  un ritmo acelerado donde lo importante es encontrar rápidamente la solución (casi mágica) a  todo aquello que nos resulte intolerable. La idea que de que lo placentero se asocia a la felicidad. Casi sin darnos cuenta aceleramos el paso, el habla, el movimiento, todo direccionado por la precipitación de nuestro pensamiento. Un pensamiento al cual no le resulta simple silenciarse, encontrar pausas, atenuar el ritmo. Lo vemos en lo cotidiano, por ejemplo en diferentes expresiones  tan nuestras, tan humanas: “No hay tiempo para….”,  “mi cabeza no deja de pensar en lo que va a venir….”, “como puedo lograr calma…”, “Necesito que el día tenga más horas….”

 El estilo de vida en el que estamos inmersos es un reflejo del ritmo intenso y veloz al que está expuesto nuestro aparato psíquico. 

Miedo y ansiedad. ¿Qué tenemos que tener saber?...

Una de las emociones más conocidas y sufridas por todos es el MIEDO. Si bien es adaptativo y sirve para protegernos ante situaciones amenazantes,  puede llegar a ser  disfuncional, generando  un aumento de ansiedad. La ansiedad es una respuesta emocional relacionada con la percepción de amenaza y tiene la función de alertarnos frente a un peligro inminente,  provocado por daños reales o imaginarios.

Frente a la desregulación de la ansiedad nos encontramos con perturbaciones angustiosas. La  sensación de angustia y miedo pueden aparecer con mayor intensidad frente a la incertidumbre de lo que no podemos controlar. Ambas se alimentan del entramado de pensamientos ANTICIPATORIOS que cada uno genera con los registros psíquicos previos que cuenta.

La pandemia ocasionada por EL COVID-19 es una amenaza real. Frente a esta situación es esperable sentir miedo, angustia, ansiedad, enojo, dificultades para dormir. Lo que es importante destacar es que la presencia de dichas sensaciones pueden atenuarse si logramos implementar las herramientas que la ciencia y el conocimiento actual nos ofrecen.

Tener en cuenta las pautas brindadas por el  conocimiento  que aporta la ciencia médica nos fortalece y orienta. Sabemos que aplicando las sugerencias brindadas por los equipos de salud estamos combatiendo activamente a este enemigo invisible. 

La salud mental es uno de los pilares importantes en esta situación  que no podemos  descuidar. Algunas recomendaciones que pueden acompañarnos a transitar favorablemente este momento son:

- Tener en cuenta que es una situación transitoria a fin facilitar la regulación de pensamientos- emociones y conductas.

-Expresar abiertamente nuestros sentimientos.

-Sostener  rutinas.

-Ser solidarios.

-Mantener una comunicación con nuestro círculo de afectos. En este aspecto los recursos tecnológicos actuales posibilitan conectarnos  con nuestro entorno y vivenciar sensaciones de proximidad.

-Utilizar el humor para aliviar el estrés y la angustia.

-Evitar la exposición excesiva a las noticias.

-Tener presente que en cada uno de nosotros está la posibilidad de ayudar y ayudar-nos.

La situación actual nos convoca a un recorrido cuya orientación es de adentro hacia  afuera,  un ejercicio para aplicar en este momento tan especial y/o conservarlo como guía para nuestra experiencia de vida...  

 

Perla S. Ceratto

Psicóloga